Lo siguiente abarcará información importante sobre la atención postquirúrgica apropiada después de la exposición de dientes impactados. Si le van a realizar este procedimiento, es importante que siga estas instrucciones al pie de la letra para asegurar una curación óptima y una recuperación rápida.
Después de la cirugía, no toque la herida ni el empaque quirúrgico que se coloca dentro de la boca. Este empaque está ahí para mantener el diente expuesto; sin embargo, no se alarme si este empaque se cae o se mueve de su posición original. Si su cirujano ha conectado una pequeña cadena dorada al diente impactado, es esencial que su ortodoncista active la cadena tan pronto como sea posible después de la cirugía. Si la cadena se desprende del diente, comuníquese con nuestro consultorio inmediatamente para reemplazar la cadena.
Es normal cierto sangrado hasta 24 horas después del procedimiento. Si experimenta sangrado excesivo (donde la boca se llena rápidamente con sangre), coloque una gasa directamente sobre el sitio de extracción y manténgala en su lugar con una firme presión de morder durante unos 30 minutos o hasta que se pueda controlar el sangrado. Si el sangrado no disminuye, favor de llamar a nuestro consultorio.
La hinchazón es normal después de la cirugía y es la causa principal de molestias posteriores a la extracción. La hinchazón puede reducirse al aplicar una compresa de hielo en un lado de su cara durante 10 minutos; y pásela al lado opuesto durante otros 10 minutos. Siga aplicando la compresa de hielo a la cara durante las primeras 36 horas. No deje que la piel se congele. Estas medidas no eliminarán la hinchazón, pero ayudarán a reducir su intensidad.
Es importante beber líquidos después de su cirugía. Comience con una dieta líquida clara, como jugo de manzana, té o caldo. Siempre enfríe los alimentos o líquidos calientes durante las primeras 24 horas. Debe comer solamente alimentos suaves durante el día de la cirugía, como por ejemplo: sopas, huevos y puré de papas. Poco a poco aumente su apetito hasta llegar a una alimentación normal tan pronto como sea posible a menos que se indique lo contrario.
El malestar es normal después de cualquier cirugía. Si no es alérgico ni tiene intolerancia a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, comience a tomar ibuprofeno (también conocido como Advil® o Motrin®) o Tylenol® en cuanto sienta que la anestesia está comenzando a desaparecer. Si usted es asmático, no tome ibuprofeno a menos que lo haya tolerado en el pasado. Si el ibuprofeno por sí solo no controla su dolor, tome el narcótico que le hayan recetado. El ibuprofeno y el narcótico que le hayan recetado pueden tomarse juntos. Asegúrese de tomar los medicamentos para el dolor con comida; esto ayudará a prevenir las náuseas. Recuerde, los medicamentos narcóticos contra el dolor afectarán sus facultades mentales y reflejos.
Comience a cepillarse los dientes y lavarse la boca el día después de la cirugía. Es importante cepillarse todos los dientes, incluso si los dientes y las encías son sensibles. La placa bacteriana y la acumulación de alimentos cerca del sitio de extracción retrasarán la cicatrización. Comience los enjuagues de agua con sal el día después de la cirugía y continúe hasta que la herida quirúrgica sane. Enjuague con agua salada tibia 6 veces diariamente. Para hacer la solución de agua salada, disuelva ½ cucharadita de sal en un vaso pequeño con agua tibia de la llave.