Lo siguiente abarcará información importante sobre la atención postquirúrgica apropiada para la extracción de las cordales. Si usted tiene programada una cirugía para extracción de las cordales, es importante que siga estas instrucciones al pie de la letra.
El malestar es normal después de la extracción de los dientes. Si no es alérgico ni tiene intolerancia a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, comience a tomar ibuprofeno (también conocido como Advil® o Motrin®) según las instrucciones de su médico en el momento de su cirugía. Si usted es asmático, no tome ibuprofeno a menos que lo haya tolerado en el pasado. Si el ibuprofeno por sí solo no controla su dolor, tome además el narcótico que le hayan recetado. El ibuprofeno y el narcótico que le hayan recetado pueden tomarse juntos. Asegúrese de tomar los medicamentos para el dolor con comida; esto ayudará a prevenir las náuseas. Recuerde, los medicamentos narcóticos contra el dolor afectarán sus facultades mentales y reflejos.
Las almohadillas de gasa deben colocarse directamente sobre el/los sitio(s) de extracción y mantenerse en su lugar con una firme presión de mordida. Colocarlas de manera adecuada le ayudará a no tragar sangre, lo que puede provocarle náuseas. Reemplace la(s) almohadilla(s) de gasa cada 20–40 minutos. Cuando las almohadillas de gasa tengan poca o ninguna sangre, ya no serán necesarias. La cantidad de sangrado puede variar de una persona a otra. La mayoría de su sangrado disminuirá en 3–4 horas, pero una pequeña cantidad de sangrado es común hasta por 24 horas.
No se enjuague el día de la cirugía; puede prolongar el sangrado. Comience los enjuagues de agua con sal el día después de la cirugía y continúe durante 1 semana. Enjuague con agua salada tibia 6–8 veces al día. Para hacer la solución de agua salada, disuelva ½ cucharadita de sal en un vaso pequeño con agua tibia de la llave.
Si le han dado una jeringuilla de irrigación, es importante que sólo comience a utilizarla al octavo día después de su cirugía. Llene la jeringuilla con agua salada tibia y coloque la punta de la jeringuilla en el sitio de la extracción. Empuje suavemente el émbolo para enjuagar las partículas de alimentos. Esto debe hacerse principalmente después de haber comido y debe continuar hasta que los sitios de la extracción se hayan cerrado completamente.
La hinchazón es normal después de la cirugía y es la causa principal de molestias posteriores a la extracción. La hinchazón típicamente alcanza su nivel más alto al tercer día y luego comienza a bajar.
Para permitir que los coágulos de sangre se formen sin problemas, no coma durante 2 horas después de la cirugía. Comience con una dieta líquida clara, como jugo de manzana, té o caldo. Poco a poco aumente su dieta según pueda tolerarlo. Siempre enfríe los alimentos o líquidos calientes durante las primeras 24 horas. Si le administraron sedantes para la cirugía, no coma alimentos grasos, cremosos o aceitosos; estos alimentos pueden causar náuseas. Debe comer solamente alimentos suaves durante la primera semana como por ejemplo: sopas, huevos, puré de papas, y pastel de carne. Durante 2 semanas (8 semanas si le extrajeron las cordales inferiores) no coma alimentos duros, crujientes o gomosos como panes europeos, corteza de pizza, bistec o carne seca de res, nueces o palomitas de maíz. Para evitar alvéolos secos, no use una pajilla durante 24 horas después de la cirugía.
Comience a cepillarse los dientes el día después de la cirugía. Es importante cepillarse todos los dientes, incluso si los dientes y las encías son sensibles. La placa bacteriana y la acumulación de alimentos cerca del sitio de extracción retrasarán la cicatrización.
No fume al menos durante 1 semana. Fumar aumentará el sangrado. La nicotina y el alquitrán en el tabaco perjudican la cicatrización y pueden provocar alvéolos secos.
Usted puede volver a sus actividades normales, 2 o 3 días después de su cirugía. La actividad física aumenta la presión arterial, lo que causará un aumento de la inflamación, dolor y sangrado.